Historia

Expediciones Mexicanas

1970

Expedición:  Expedición Operation Deep Freeze   Participantes: Oscar Del Rivero Martínez

1981

Expedición:  First International Biomass Experiment (MD 25/FIBEX)   Participantes: Jaime Farber Lorda

2001 - hoy

Expedición:  Múltiples proyectos y expediciones CSIC, España   Participantes: Enrique Isla

2007

Expedición:  Campañas RRS James Clarck Ross JR 165 Participantes: Karel Castro Morales

2007

Expedición:  Campaña Adelie JR158   Participantes: Karel Castro Morales

2007

Expedición:  Campaña Adelie JR158   Participantes: Armando Trasviña Castro

2008

Expedición:  Campaña PINGUCLIM, Base Gabriel de Castilla Participantes: Ana Martínez

2009

Expedición:  Campaña RRS James Cook Participantes: Karel Castro Morales

2010

Expedición:  Ascenso Monte Vinson Participantes: Cristina Robles

2010

Expedición:  Expedición Mi cumbre, mi decisión Participantes: Karla Wheelock, Regina González

2011

Expedición:  Inspire Antartica Expedition 2011 Participantes: Arturo Pelayo

2011

Expedición:  Convenio Amexcid México-Uruguay Participantes: Carla Centeno Ramos

2012

Expedición:  Convenio Amexcid México-Uruguay Participantes: Rocío Alcántara Hernández, Ana Victoria Medina Morales, Estefani Maritza Elizondo Maldonado, Yair Alexis Reynoso Hernández

2013

Expedición:  Expedición De la secu a la Antártica Participantes: José Francisco Martínez Ríos, Karla Wheelock

2013

Expedición:  Convenio Amexcid México-Uruguay Participantes: Ana Cecilia Espinosa, Julio Campo

2015

Expedición:  Convenio Amexcid México-Uruguay Participantes: Jesús Sotomayor, Patricia Valdespino

2016

Expedición:  Convenio México-Argentina Participantes: Patricia Valdespino

2017

Expedición:  3er Expedición Antártica Colombiana Almirante Padilla Participantes: Eduardo Santamaría del Ángel

2018

Expedición:  4ta Expedición Antártica Colombiana Almirante Padilla Participantes: Eduardo Santamaría del Ángel

2018

Expedición:  Homeward bound Project Participantes: Sandra Guzmán

2018

Expedición:  Sobrevuelo con IceBridge de la NASA Participantes: Ximena Aguilar Vega

2019

Expedición:  Expedición Acciona Homeward Bound 04 2019 Campaña ECA 55 INACH Participantes: Melissa Cristina Márquez

2019

Expedición:  Estación Machu Picchu y campamento Glaciar Lange Participantes: Ximena Aguilar Vega

2019

Expedición:  Convenio México-Chile Participantes: Patricia Valdespino Castillo

2020

Expedición:  Campaña ECA 56 INACH, Estación Escudero y Karpuj Participantes: Ximena Aguilar Vega

2020

Expedición:  Expedición Hurtigruten, buque Midnatsol Participantes: Norma Ávila

2022

Expedición:  XXXV Campaña Antártica Española Participantes: Karina Fuentes

2023

Expedición:  Ascenso al Monte Vinson Participantes: Andrea Dorante

LA HISTORIA DE MÉXICO Y LA ANTÁRTIDA

Un vínculo que apenas comienza a revelarse. Entre archivos olvidados, vuelos históricos y voces científicas que emergen del silencio blanco, la verdadera historia aún no está escrita. Es un relato en construcción, lleno de episodios poco documentados y esfuerzos dispersos. Con el tiempo —y con la voluntad de explorarlo— este vínculo entre México y el continente blanco irá revelándose, paso a paso, como una historia que apenas comienza a escribirse.

La primera posición oficial de México sobre la Antártida fue documentada en la 44ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 1 de diciembre de 1989, bajo el punto 70 de la agenda. En esta ocasión, México respaldó la propuesta presentada por Malasia el 22 de noviembre de 1989, junto con otros 25 países, entre ellos Irán, Indonesia, Tanzania y Pakistán. Esta iniciativa abogaba por la preservación de la Antártida como un parque natural y patrimonio de la humanidad, estableciendo una postura en contra de la explotación de recursos naturales y cualquier actividad de carácter militar en el continente blanco.

El apoyo internacional a esta propuesta generó un impulso significativo en las negociaciones que llevaron a la adopción del Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente, conocido como el Protocolo de Madrid, firmado en 1991 y que entró en vigor en 1998. Este protocolo fortaleció las disposiciones del Tratado Antártico, estableciendo una moratoria de 50 años sobre la explotación de recursos minerales y consolidando la Antártida como una reserva natural dedicada a la paz y la ciencia.

A pesar de este antecedente, México no ha actualizado ni revisado oficialmente su posición respecto a la Antártida desde entonces. Durante más de tres décadas, el país ha permanecido como un Estado no signatario del Tratado Antártico, limitando su participación en la toma de decisiones y en la cooperación científica internacional en la región. Esta situación contrasta con el creciente interés de otros países latinoamericanos que han fortalecido su presencia en la Antártida mediante bases de investigación, expediciones científicas y una mayor integración en el marco del Tratado Antártico y sus organismos asociados.

EL DÍA EN QUE AVIONES MEXICANOS LLEGARON A LA ANTÁRTIDA

 

La historia del arribo de aviones mexicanos a los polos comienza con la adquisición de aeronaves CASA C295W por parte de la Fuerza Aérea Mexicana y la Armada de México. Ambas instituciones firmaron convenios de colaboración con Airbus Defence and Space, con el fin de realizar pruebas, vuelos de demostración y entrenamiento de tripulaciones en climas extremos.

Cada fuerza recibió dos aeronaves. La primera de ellas, entregada a la Armada de México, fue protagonista de un acontecimiento histórico: el 1 de diciembre de 2015, el C295W con matrícula ANX-1255 aterrizó en la Base Marambio en la Antártida. Esta misión formó parte de una gira de 26 días a través de Sudamérica, donde la aeronave realizó demostraciones ante las fuerzas armadas de países como Argentina, mostrando sus capacidades en operaciones logísticas, búsqueda, rescate y vuelos en condiciones hostiles.

La base Marambio, operada por Argentina desde 1969, fue el escenario de esta hazaña, cuyo objetivo fue fortalecer la capacidad operativa de pilotos mexicanos en climas de frío extremo y altitud elevada.

Posterior al aterrizaje en la Antártida, la aeronave participó en ejercicios en bases argentinas como Comandante Espora (Bahía Blanca) y El Palomar, realizando maniobras avanzadas como despegues con carga máxima, simulaciones de fallos de motor, lanzamientos de carga y paracaidistas, y operaciones en pistas no pavimentadas.

Pero el alcance polar no terminó allí. El 18 de junio de 2016, otra aeronave C295W —esta vez de la Fuerza Aérea Mexicana, matrícula 3207— emprendió un vuelo desde la base aérea de Santa Lucía hacia el Círculo Polar Ártico, llegando al aeropuerto de Resolute Bay, Canadá. Durante esta misión, la tripulación voló más de 10,000 millas náuticas en 50 horas de vuelo, ganando experiencia valiosa en condiciones meteorológicas adversas.

Estas operaciones, realizadas con apoyo de Airbus, fueron diseñadas para incrementar el adiestramiento del personal militar y probar los límites de las aeronaves mexicanas en condiciones exigentes. Aunque no fue parte de una misión científica oficial, marcó el precedente técnico y logístico de que México sí puede operar en la Antártida.

Hoy, esa historia, poco conocida y escasamente documentada, permanece como una huella en el hielo. Es prueba de que, con voluntad política y visión estratégica, nuestro país puede regresar al continente blanco —esta vez, de la mano de la ciencia y la diplomacia ambiental.

La Antártida no está tan lejos. Solo hace falta decidir volver.

MÉXICO Y LA CIENCIA ANTÁRTICA: HACIA UNA NUEVA ERA DE COOPERACIÓN EN CIENCIA Y PAZ

En un hito histórico para la ciencia mexicana, México se convirtió en miembro del Comité Científico para la Investigación Antártica (SCAR), un logro alcanzado gracias al esfuerzo conjunto de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y la Agencia Mexicana de Estudios Antárticos (AMEA). Desde entonces, instituciones mexicanas de educación superior, centros de investigación y organismos científicos, tanto públicos como privados, han podido gestionar directamente su participación en los programas científicos de la SCAR, sin depender de intermediarios de otros países miembros. Esto representa un avance significativo en la autonomía científica de México en el ámbito polar, permitiendo que sus investigadores accedan a redes de colaboración internacional en cambio climático, biodiversidad, geociencias y conservación antártica.

La Academia Mexicana de Ciencias asumió la responsabilidad de gestionar la participación de científicos nacionales en los grupos de trabajo y comités especializados de la SCAR, asegurando que la agenda científica mexicana se alinee con los principales retos globales en la Antártida. Además, la AMC ha trabajado activamente en promover el reconocimiento oficial del gobierno mexicano a esta iniciativa, fomentando una mayor participación de la comunidad científica y la sociedad en el desarrollo de la ciencia polar.

Como resultado de esta integración, en 2023, México tuvo por primera vez representación presencial en las reuniones oficiales de la SCAR. La Dra. Patricia Valdespino asistió a las juntas en Chile, marcando un momento histórico en el que la comunidad científica mexicana estuvo directamente involucrada en la toma de decisiones y planificación de la investigación antártica a nivel global. Este hecho consolidó la presencia de México en la diplomacia científica polar y abrió nuevas oportunidades para futuras colaboraciones en el continente blanco, reafirmando el compromiso del país con la ciencia y la cooperación internacional.

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2018 - 2022